Monseñor Cassaretto, obispo emérito de San Isidro, en su libro «Nuestro país, nuestra Iglesia, nuestro Tiempo» le dedica varias páginas a contar su tarea como presidente de la Comisión de Pastoral Social. En las páginas 227 a 229 nos habla sobre las misones de cada una que aquí reproducimos.
Muchos se preguntan cuál es la diferencia entre Pastoral Social y Justicia y Paz y la misión de cada una.
En Pastoral Social se piensa y se dialoga con la sociedad en búsqueda de políticas a favor del Bien Común. Lo importante son el pensamiento y el diálogo.
La estructura de Justicia y Paz es distinta. La pastoral Social es de obispos, asesorados y acompañados por laicos y religiosos, en cambio, Justicia y Paz es de laicos, asesorada y acompañada por obispos. A inicios de este siglo los obispos hicieron un verdadero hallazgo, nombrar al presidente de Pastoral Social como asesor de Justicia y Paz y lograr una comunión entre ambos.
Mientras los obispos llevan adelante encuentros con sindicalistas, políticos y empresarios, la comisión de Justicia y Paz, además de su asesoramiento y apoyo a los obispos en temas específicos, constituye un foro de representantes de la mayor parte de las fuerzas vivas de la sociedad.
En paralelo con el trabajo de Pastoral Social, la Pontificia Universidad Católica creó el Observatorio de la Deuda Social. Allí periódicamente se realizan estadísticas de mucha utilidad que reflejan la situación social del país y en particular la pobreza. Esta es una excelente herramienta para mantener despierta una sociedad que con frecuencia se olvida de los pobres.
Justicia y Paz debe ser entendida de un modo más amplio que lo que técnicamente manejamos. Justicia es equiparada con la bondad de Dios y Paz no es la de los cementerios o la del fin de una guerra, sino la paz que nos trae Cristo resucitado que nos da alegría pofunda y nos impulsa a la misión, aún con dificultades.