El legado del Papa Francisco a los Pueblos indígenas

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Compartimos la reflexión que Fray Luis Antonio Scozzina OFM, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen, trasmitió al encuentro de espiritualidad que tuvieron los Equipos diocesanos de Pastoral Aborigen de la Región NOA, del 22 al 24 de agosto, en Tumbaya, provincia de Jujuy, bajo el lema “Sostener con esperanza la vida de nuestras comunidades”

 

LEGADO DE FRANCISCO A LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

Tumbaya, agosto 2025

ESCUCHA

A LOS PARTICIPANTES EN LA 6ª REUNIÓN MUNDIAL DEL FORO DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS, 10/02/2023

“Desgraciadamente, asistimos a una crisis social y medioambiental sin precedentes. Si realmente queremos cuidar nuestra casa común y mejorar el planeta en el que vivimos, son imprescindibles cambios profundos en los estilos de vida, son imprescindibles modelos de producción y de consumo. Deberíamos escuchar más a los pueblos indígenas y aprender de su forma de vida para comprender adecuadamente que no podemos continuar devorando codiciosamente los recursos naturales, porque “la tierra se nos ha confiado para que pueda ser para nosotros madre, la madre tierra, capaz de dar lo necesario a cada uno para vivir”

DIALOGO de SABERES

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO:»LOS SABERES DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y LAS CIENCIAS. COMBINANDO EL CONOCIMIENTO Y LA CIENCIA SOBRE VULNERABILIDADES Y SOLUCIONES PARA LA RESILIENCIA» 14/03/2024

 “En primer lugar, diría que esta es una oportunidad para crecer en la escucha de los demás: para escuchar a los pueblos indígenas, para aprender de su sabiduría y forma de vida, y al mismo tiempo escuchar a los científicos, aprender de sus estudios.

Además, este seminario de estudio envía un mensaje a los gobiernos y organizaciones internacionales para reconocer y respetar la riqueza de la diversidad dentro de la gran familia humana. En el tejido de la humanidad hay diferentes culturas, tradiciones, espiritualidades, lenguas que necesitan ser protegidas, porque su pérdida sería una carga para todos nosotros empobrecimiento del conocimiento, de la identidad, de la memoria. Por esta razón, es necesario que los proyectos de investigación científica y, por tanto, las inversiones, se orientan cada vez más hacia la promoción de la fraternidad humana, de la justicia y de la paz, para que los recursos puedan ser destinados en modo coordinado para responder a los desafíos urgentes que afectan a la casa común y la familia de los pueblos.

Nos damos cuenta de que, para lograr este objetivo, se requiere una conversión, una visión una alternativa a la que hoy empuja al mundo por el camino de un conflicto creciente. Encuentro como el de ustedes van esta dirección: de hecho, el diálogo abierto entre los saberes originales y las ciencias, entre las comunidades de sabiduría nativa y sabiduría científica pueden ayudar a abordar de una manera nueva, más integral y más eficaces cuestiones cruciales como, por ejemplo: el agua, el cambio climático, el hambre, la biodiversidad. Cuestiones que, como todos sabemos, están todas conectadas entre sí.”

PEDIR PERDON

ENCUENTRO CON LAS AUTORIDADES CIVILES, REPRESENTANTES DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y EL CUERPO DIPLOMÁTICO   DISCURSO DEL SANTO PADRE «Citadelle de Québec, 27/07/2022

“Pienso especialmente en las políticas de asimilación y desvinculación, que incluían el sistema de escuelas residenciales y que dañaron a muchas familias indígenas, minusvalorando su lengua, su cultura y su visión del mundo. En ese deplorable sistema promovido por las autoridades gubernamentales de la época, que separó a tantos niños de sus familias, estuvieron involucradas varias instituciones católicas locales, por lo que expreso vergüenza y dolor y, junto con los Obispos de este país, renuevo mi petición de perdón por el mal que tantos cristianos cometieron contra los pueblos indígenas. Por todo esto pido perdón. Es trágico cuando algunos creyentes, como ocurrió en ese período histórico, no se adecuan al Evangelio sino a las conveniencias del mundo. Si la fe cristiana ha desempeñado un papel esencial en la conformación de los más altos ideales del Canadá, caracterizados por el deseo de construir un país mejor para todos sus habitantes, es necesario, admitiendo las propias faltas, comprometerse juntos a realizar aquello que sé que todos ustedes comparten: promover los derechos legítimos de los pueblos originarios y fomentar procesos de sanación y reconciliación entre ellos y los no indígenas del País. Esto se refleja en vuestro compromiso para responder adecuadamente a los llamamientos de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, así como en vuestra atención en reconocer los derechos de los pueblos originarios.

La Santa Sede y las comunidades católicas locales mantienen una voluntad concreta respecto a la promoción de las culturas indígenas, con caminos espirituales específicos y apropiados, que incluyan la atención a sus tradiciones culturales, sus costumbres, sus lenguas y sus procesos educativos propios, en el espíritu de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Es nuestro deseo renovar la relación entre la Iglesia y los pueblos indígenas de Canadá, una relación marcada tanto por un amor que ha dado grandes frutos como también, lamentablemente, por heridas que nos estamos esforzando en comprender y sanar.

Sí a la evangelización, no al colonialismo

“El fuego de Dios, como en el episodio de la zarza ardiente, arde pero no se consume (cf. Ex 3,2). Es fuego de amor que ilumina, calienta y da vida, no fuego que se extiende y devora. Cuando los pueblos y las culturas se devoran sin amor y sin respeto, no es el fuego de Dios, sino del mundo. Y, sin embargo, cuántas veces el don de Dios no ha sido ofrecido sino impuesto, cuántas veces ha habido colonización en vez de evangelización. Dios nos guarde de la avidez de los nuevos colonialismos. El fuego aplicado por los intereses que destruyen, como el que recientemente ha devastado la Amazonia, no es el del Evangelio. El fuego de Dios es calor que atrae y reúne en unidad. Se alimenta con el compartir, no con los beneficios. El fuego devorador, en cambio, se extiende cuando se quieren sacar adelante solo las propias ideas, hacer el propio grupo, quemar lo diferente para uniformar todos y todo.” (Homilía misa de apertura del Sínodo)

Iglesia aliada de los pueblos amazónicos

” De esta manera, la Iglesia se compromete a ser aliada de los pueblos amazónicos para denunciar los atentados contra la vida de las comunidades indígenas, los proyectos que afectan al medio ambiente, la falta de demarcación de sus territorios, así como el modelo económico de desarrollo depredador y ecocida.

La presencia de la Iglesia entre las comunidades indígenas y tradicionales necesita esta conciencia de que la defensa de la tierra no tiene otra finalidad que la defensa de la vida.” (Sínodo de la Amazonía, DF 46)

Caminos para una Iglesia inculturada

“Cristo con la encarnación dejó su prerrogativa de Dios y se hizo hombre en una cultura concreta para identificarse con toda la humanidad. La inculturación es la encarnación del Evangelio en las culturas autóctonas (“lo que no se asume no se redime”, San Ireneo, cf. Puebla 400) y al mismo tiempo la introducción de estas culturas en la vida de la Iglesia. En este proceso los pueblos son protagonistas y acompañados por sus agentes y pastores.” (DF 51).

QUERIDA AMAZONIA febrero 2020

“6. Todo lo que la Iglesia ofrece debe encarnar se de modo original en cada lugar del mundo, de manera que la Esposa de Cristo adquiera multi formes rostros que manifiesten mejor la inagotable riqueza de la gracia. La predicación debe encarnarse, la espiritualidad debe encarnarse, las estructuras de la Iglesia deben encarnarse. Por ello me atrevo humildemente, en esta breve Exhortación, a expresar cuatro grandes sueños que la Amazonia me inspira.

  1. Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida. Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana. Sueño con una Amazonia que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas. Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos.”

+ Fray Luis Antonio Scozzina ofm

Obispo de Orán