Semana Social en Mar del Plata | día 3

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Muy temprano, en la mañana, comenzó la jornada del Domingo 10 con más resonancias y alegrías de encuentros y de haber sentido la cercanía de Francisco como Padre y Pastor.

 

Se inició con una reflexión espiritual de Monseñor Braida, presidente de la CEPAS en la que destacó puntos claros que nos enseña Francisco para vivir la esperanza:
1. Cultivar un fuerte vínculo con Dios. Aprender a parar, a hacer pausas que me permitan tomar conciencia de que somos limitados y necesitados de Dios y de los demás. Tomar conciencia de lo que hacemos y cómo lo hacemos. De lo que está bien y de lo que tiene que cambiar

  1. Asumir y vivir con entrega la dimensión social de la fe. Así como expresamos la fe en la oración y participando de una misa, o del culto, o realizando una procesión o peregrinación tenemos que expresarla también en la vida cotidiana, en nuestras responsabilidades y vínculo de cada día.

Además señaló signos de los tiempos que pueden transformarse en signos de esperanza:

  1. Un signo de estos tiempos es la baja de la natalidad en todo el mundo, también en nuestro país y en nuestras provincias. Ante esta realidad un signo de esperanza es una mujer embarazada.
  2. Un signo de estos tiempos es la situación de muchos presosque padecen condiciones de alojamiento indecentes. Un signo de esperanza será que los gobiernos y las comunidades asuman iniciativas que devuelvan la esperanza a los detenidos a través condiciones dignas para el alojamiento y respeto de los derechos humanos.
  3. los enfermos que están en sus casas o en los hospitales. Su atención y acompañamiento, ayudar para que sus sufrimientos puedan ser aliviados con la cercanía de las personas que los visitan y el afecto que reciben.
  4. los jóvenes que, con frecuencia, ven que sus sueños se derrumban. No podemos decepcionarlos –dice Francisco- en su entusiasmo. Es hermoso verlos liberar energías, por ejemplo cuando se comprometen voluntariamente en las situaciones de catástrofe o de inestabilidad social.
  5. Un signo de esperanza son las instituciones que se fueron creando para aprender y atender estas realidades: granjas de recuperación, Hogares de Cristo, Fazenda, Cenáculo, programas del gobierno que asisten a diferentes dispositivos.
  6. Los ancianos que cada vez son más, la vida se prolonga. A menudo experimentan soledad y sentimientos de abandono. Dice el papa Francisco: valorar el tesoro que son, sus experiencias de vida, la sabiduría que tienen y el aporte que son capaces de ofrecer.
  7. esperanza para los pobres, que carecen con frecuencia de lo necesario para vivir. Frente a la sucesión de oleadas de pobreza siempre nuevas, existe el riesgo de acostumbrarse y resignarse… Encontramos cada día con personas pobres o empobrecidas que a veces pueden ser nuestros vecinos que a menudo no tienen una vivienda, ni la comida suficiente para cada jornada, o sufren la exclusión y la indiferencia de muchos. Es escandaloso que, en un mundo dotado de enormes recursos…, los pobres sean la mayor parte […]. Nos dice también Francisco: No lo olvidemos: los pobres, casi siempre, son víctimas, no culpables.

Podemos preguntarnos ¿Cuáles son esas realidades con las cuales convivo que necesitan ser transformadas en Signos de Esperanza con nuestra ayuda personal o comunitaria?

A continuación, se trabajó en grupos sobre estos signos de esperanza y la realización concreta de los mismos para generar una amistad social.

Finalmente se desarrolló la misa, presidida por monseñor Braida y acompañado por los obispos Colombo, Bokalic, Liébana, Tissera, Giobando, Vecino y Canavó. en ella Monseñor Braida animó a seguir caminando en sinodalidad con los pobres en el centor. Monseñor Colombo, preseidente de la CEA, agradeció la realización de este encuentro y dejó su saludo en nombre de todos los obispos argentinos.

Al concluir la Misa se leyó el documento final de la Semana Social