DOCUMENTO DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y DE LA ECONOMÍA POPULAR DE TUCUMÁN
Por Tierra, Techo, Trabajo, Dignidad y Memoria
En el marco del Jubileo 2025 – Tucumán, Argentina
1. Recordar de dónde venimos
Las organizaciones sociales de Tucumán nacimos del dolor, de la necesidad y de la esperanza.
Venimos de los barrios, de los ingenios, de las calles donde se hace difícil vivir, pero donde también florece la solidaridad.
Somos hijas e hijos de una historia de lucha popular y comunitaria.
No olvidamos de dónde venimos ni por qué estamos acá: para organizar la esperanza, para acompañar a los que sufren, para pelear por los derechos que todavía faltan y cuidar los que tanto costaron conseguir.
Trabajamos junto a la Iglesia porque creemos, como dice el Papa Francisco, que “la fe sin solidaridad es una fe sin Cristo”.
Nos une la convicción de que el Evangelio también se hace vida cuando se pone al servicio de los más humildes, cuando se comparte el pan, el trabajo y la palabra.
En los barrios de la Capital, de Banda del Río Salí, Alderetes, Tafí Viejo, Lules, Monteros, Famaillá o Aguilares, la Iglesia y las organizaciones sociales caminamos juntas, acompañando a las familias que resisten el hambre, la exclusión y la desesperanza con trabajo y comunidad.
2. Nuestra realidad cotidiana
Tucumán duele. En los barrios populares el hambre volvió a golpear con fuerza.
Cada día son más las familias que se acercan a un comedor o merendero para poner algo sobre la mesa.
Las compañeras hacen magia con lo poco que hay, sostienen ollas, abrazos y esperanzas.
En el campo, los pequeños productores pelean por quedarse en la tierra, mientras el agronegocio avanza.
En las ciudades, miles de personas viven de changas, del cartón, del trabajo informal o de sus propios emprendimientos.
El trabajo escasea, los precios suben, y el sacrificio de las familias parece no alcanzar nunca.
Y cuando el pueblo se organiza para reclamar lo justo, muchas veces lo que recibe es represión o indiferencia.
Pero en Tucumán no nos resignamos: los barrios se levantan, se organizan, se cuidan entre sí.
Porque sabemos que nadie se salva solo.
3. El trabajo que dignifica
La economía popular no es caridad ni asistencialismo: es trabajo real y digno.
Son las cooperativas que levantan viviendas en el Gran San Miguel, las recicladoras de Tafí Viejo, los talleres textiles, los panificados, las huertas y los espacios de cuidado.
Cada compañera y compañero pone el cuerpo y el alma para sostener la vida en los barrios.
Queremos que ese esfuerzo se reconozca.
Queremos derechos, no favores.
Queremos políticas que valoren el trabajo popular y que garanticen un ingreso digno, protección social y oportunidades para todos.
El trabajo no solo da sustento: da identidad, da sentido, da dignidad.
4. Los que atraviesan consumos problemáticos
En muchos barrios hay pibes y pibas atravesados por el consumo, y detrás de cada uno hay una historia, un dolor, una familia.
No son “casos perdidos”. Son parte del pueblo, parte de nuestras vidas.
Desde los centros barriales y los espacios comunitarios, acompañamos sin juzgar, con respeto, con amor y con trabajo.
Sabemos que el camino no es la represión ni el encierro, sino la inclusión, el cuidado y el acompañamiento.
Como dice Francisco: “Los descartados son los protagonistas del cambio si los acompañamos y les damos espacio.”
Esa frase nos guía todos los días.
5. El Jubileo: un tiempo para renovar la esperanza
Recibimos este Jubileo con alegría y compromiso.
El Papa nos invita a “vivir el Jubileo con entusiasmo y participación, abriendo el corazón a todos y renovando el compromiso por un mundo más justo y fraterno.”
Queremos hacerlo desde nuestra realidad, desde los barrios, desde la economía popular.
Caminar junto a la Iglesia para que se recuperen los derechos perdidos y se conquisten otros nuevos.
Para que en Tucumán nadie quede afuera.
El Jubileo es un tiempo de perdón, de memoria y de encuentro.
Y también puede ser un tiempo de decisiones: de volver a poner la dignidad humana en el centro, de poner a los pobres primero, de animarnos a soñar una provincia más justa.
6. Lo que proponemos
Que tierra, techo y trabajo sean derechos garantizados para todos.
Que se reconozca a las trabajadoras y trabajadores de la economía popular, con salario digno, obra social y seguridad laboral.
Que se fortalezcan los espacios comunitarios, donde cada día se sostiene la vida: comedores, merenderos, centros barriales, cooperativas, huertas.
Que se acompañe con políticas reales a las personas con consumo problemático, con prevención, salud y oportunidades, no con castigo.
Que se apoye a los pequeños productores rurales con tierra, crédito y herramientas.
Que el Estado esté presente, no para reprimir, sino para cuidar y garantizar derechos.
7. Nuestro compromiso hacia adelante
Queremos seguir caminando junto a la Iglesia, compartiendo la misión de acompañar a nuestro pueblo.
Seguir poniendo el cuerpo en los barrios, donde el dolor se siente más, pero también donde la esperanza crece más fuerte.
Seguir construyendo comunidad, trabajo y dignidad.
Porque recordar de dónde venimos nos marca el camino.
Porque la fe se demuestra en los hechos.
Porque el pueblo tucumano tiene memoria, tiene coraje y tiene amor.
Por tierra, techo, trabajo y justicia social.
Por una Tucumán donde nadie quede afuera.











