Segundo Encuentro internacional Economía de Francisco
Se realizó en la Ciudad de Roma y participaron más de 1500 jóvenes de todo el mundo. Jóvenes que buscan repensar la economía y fomentar iniciativas que desarrollen una economía con rostro humano.
Estudiantes, empresarios, investigadores y agentes de cambio de todas las latitudes tuvieron tres días de trabajo, intercambio y propuestas se reunieron entre el 28 al 30 de noviembre de 2025.
La Argentina dijo presente con un grupo de quince jóvenes de diversas áreas que desde hace tiempo coinciden en «La Economía de Francisco».
Evelyn Rivas, fue una de la jóvenes seleccionadas para contar su experiencia. Allí pudo compartir su trabajo: Educación en contexto de encierro. Evelyn es quien está a cargo de la formación en la Unidad 40 para los internos buscan herramientas, escucha y acompañamiento. Esta iniciativa forma parte del Proyecto Cien Asís, que ya había sido presentado ante el Papá Francisco en 2022, en la Ciudad de Asís.
El papa León dijo presente y destacó que la economía no debe ser una máquina que produce
León XIV comenzó su misiva destacando la posición privilegiada de los jóvenes frente a las “cosas nuevas” que definen el futuro de la humanidad. El encuentro, que tiene lugar “in gremio Ecclesiae”, es decir, en el seno de la Iglesia, resalta su naturaleza generadora: “no solo en el corazón, sino en el grembo de una Iglesia que, con la gracia de Dios, genera en la fe y en el amor”.
El Obispo de Roma reafirmó que EoF es la expresión de un camino que “fecunda el pensamiento y la iniciativa económica con la semilla del Evangelio”, el cual “transfigura el trabajo humano y produce en nosotros cambios con los que la vida en abundancia entra en el mundo”. Recordó el coraje y la capacidad de los jóvenes para hacer “florecer incluso el desierto” a través de proyectos inspirados evangélicamente.
Con especial afecto, el Pontífice se refirió al Papa Francisco, cuya partida se dio “en el día y con el aroma de la Pascua”. Esta coincidencia, afirmó, compromete a los jóvenes a “custodiar creativamente su herencia” y a “organizar la esperanza” que este movimiento ha encendido.
Prevost hizo suyo el deseo de su Predecesor, quien alentó a los jóvenes a que, en medio de ellos, naciera “un nuevo modo de estar juntos y de hacer economía que no produzca desechos sino bienestar material y espiritual”. El llamado es claro: «¡Coraje, queridos amigos! ¡Coraje! Si son fieles a su vocación, su vida florecerá».











